El suicidio asistido supone el 4% del total de las muertes en Holanda
Un gotero en funcionamiento.
En 2016, se han practicado en Holanda
6.091 muertes asistidas, un 10% más que en 2015
Del total, un 87% de las muertes
asistidas tuvieron como pacientes a personas con cáncer, problemas graves del
corazón o pulmonares, y enfermedades del sistema nervioso como la esclerosis
lateral amiotrófica. Unos 32 casos más de suicidio asistido fueron a personas
con alguna demencia, la mayoría de los cuales estaban aún en las primeras
etapas de la enfermedad.
Según el informe, hubo un 10% de personas a las que se les inyectó la dosis letal
sin seguir correctamente las reglas que regulan los procesos de
eutanasia. La mayoría de los cuales no siguieron la exigencia
de consultar la opinión de un segundo médico antes de dar el
visto bueno al suicidio asistido. En uno de los casos, un médico
"cruzó la línea" -según el Comité- con un paciente
que sufría de demencia severa.
Algunos de los aumentos más relevantes están relacionados con
trastornos psiquiátricos, con un total de 60 casos en 2016. También con
diferentes condiciones de envejecimiento, con unas 61 personas más que
recurrieron a la eutanasia para poner fin a su vida.
El tiempo medio de respuesta -entre la
llegada de la petición y la toma de decisión por parte del médico, disminuyó de
39 días en 2015, a 37 días
el pasado año.
El presidente de los comités de
revisión, Jacob Kohnstamm, no encuentra
explicación al aumento de un 10% de esta práctica. Los posibles factores que
pueden influir, especifica, pueden ser la estructura demográfica de
la población holandesa o un cambio en la mentalidad de
los médicos para conceder las solicitudes de eutanasia.
Este año se cumplen exactamente 15 años
desde que la legalización de la eutanasia entró en vigor. Cada año, la gente hace más uso de ella. La mayoría de los pacientes
suelen tener enfermedades terminales como el cáncer avanzado, aunque hay muchos
ejemplos recientes más polémicos o sensibles como los problemas psicológicos.
Todos los casos de eutanasia suelen
estar controlados por un abogado, un experto en ética y un médico de los
llamados comités de revisión. Si alguno de ellos considera que no se han
cumplido las reglas, se puede llevar ante los tribunales al médico que lo ha
autorizado o practicado. Eso es lo que recoge la ley, aunque hasta ahora no ha
sucedido. La justicia ha investigado algunos casos pero no se ha llegado a
iniciar un proceso judicial.
En la actualidad, el debate en los
Países Bajos gira sobre la eutanasia
en un contexto de vida completa, o lo que
también se conoce como el suicidio
asistido para personas cansadas de vivir. La gran
diferencia con lo que se ha hecho hasta ahora es que los casos de eutanasia
siempre deben tener una base médica.
El cambio reconocería el derecho a morir
a aquellas personas que consideran que su existencia "está completa".
Esta forma de eutanasia no está regulada por la ley y el Gobierno holandés tiene
ya un proyecto de ley presentado en el Parlamento que deberá ser debatido en la
futura legislatura.
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