Veronique GreenwoodBBC Future 7 octubre 2016
Tal vez escuchaste alguna vez que Coca-Cola contenía un ingrediente capaz de despertar cierta fidelidad entre sus consumidores: la cocaína.
Efectivamente,
la "coca" de su nombre se refiere a los extractos de hoja de coca que
el creador de la bebida, el químico de Atlanta (EE.UU.) John Pemberton, mezcló
con sirope de azúcar.
En esa
época -a fines del siglo XIX- el extracto de hoja de coca
mezclado con vino era un tónico habitual, y el dulce brebaje de
Pemberton le permitía ignorar las leyes locales que prohibían la venta de
alcohol.
Pero la
otra mitad del nombre representa un ingrediente menos
conocido, pero también extrañamente potente: la nuez de cola.
Estimulante natural
La
cáscara de la nuez de cola mide unos 5 centímetros de largo y es verde. El
fruto de su interior es rojizo o blanco.
En África
Occidental (su hábitat natural) la gente la ha
masticado durante mucho tiempo a modo de estimulante.
Eso se
debe a que las nueces contienen cafeína y teobromina,
sustancias que también se encuentran de forma natural en el té, el café y el
chocolate.
También
tienen azúcar y kolanina, un estimulante para el corazón.
De hecho,
contienen muchos estimulantes y se cultivan en África Occidental desde hace
cientos de años.
En el pasado los
comerciantes trasladaban las nueces desde distancias enormes, debido a su gran
valor en el mercado.
El
historiador Paul Lovejoy dice que durante muchos años los frondosos árboles de
la nuez de cola se plantaban en las tumbas y se usaban como parte de rituales
de pubertad.
Y aunque
las nueces —que deben mantenerse húmedas— pueden ser algo delicadas para
su traslado, los comerciantes las transportaban a lo largo de
cientos de kilómetros, a través de bosques y sabanas.
Llegan los europeos
En 1581,
el gobernante del Imperio Songhai en el Sahel Occidental envió a Tombuctú (en
Mali) un regalo de oro y nueces de cola, con motivo de la construcción de una
mezquita.
Los
europeos no supieron de ellas hasta el siglo XVI, cuando los barcos portugueses llegaron
a la costa de lo que hoy es Sierra Leona, relata Lovejoy.
Y aunque
los portugueses comenzaron a comerciarlas junto con otras mercancías, para
cuando el explorador inglés Richard Jobson llegó a Gambia, en 1620, todavía
eran muy poco conocidas.
"Cuando
estábamos en la parte más alta del río, la gente nos las trajo en cantidades
abundantes; pero no las apreciamos mucho ni nos interesamos en
comprarlas", escribió Jobson.
Aun así,
Jobson intentó llevarse seis de las nueces que le regalaron a Inglaterra, pero
se pusieron malas o fueron devoradas por gusanos antes de su llegada.
Las nueces de cola ya
eran apreciadas por los africanos occidentales, mucho antes de que los europeos
las descubrieran.
Por
supuesto, esa ignorancia no duró mucho más tiempo.
Un tónico muy popular
A fines
del siglo XIX, toneladas de nueces de cola fueron enviadas en
barcohacia Europa y Estados Unidos.
Algunas
se utilizaron para tónicos medicinales,
como las pastillas "Forced March" de Burroughs Wellcome & Co's
(una empresa fundada en Reino Unido), concebidas como un tipo de estimulante energético.
"Contienen
principios activos de nueces de cola y hojas de coca", expresaba su
etiqueta. "Alivian el hambre y prolongan la capacidad de
resistencia".
Los
consumidores debían tomar una por hora si se encontraban sometidos a gran
"tensión mental o gran esfuerzo físico".
Una
bebida medicinal muy popular fue Vin Mariani, un
producto francés que consistía en extracto de coca mezclado con vino tinto. Fue
obra del químico francés Angelo Mariani, quien la creó en 1863.
El papa León XVIII era fiel a este producto, así
como la reina Victoria, Thomas Edison y Arthur Conan Doyle.
La proliferación de las colas
Pero el
Vin Mariani era solo uno de los muchos tónicos estimulantes, en una era en la
que tales pociones nerviosas decían tener efectos positivos maravillosos.
Así que
cuando Pemberton, el químico estadounidense, creó su brebaje, tan sólo fue la
última materialización de una tendencia en curso.
Y aunque
la cocaína, al final, fue desterrada como ingrediente, las bebidas de soda a partir de extracto de cola
-también conocidas como "colas" - proliferaron.
En su
primer año, Coca-Cola sirvió un promedio de nueve vasos al día en todas las
fuentes de soda de Atlanta donde se vendió, dice la empresa.
Coca-Cola es la
tercera marca más grande del mundo.
A medida
que se hizo popular, la compañía vendió derechos para embotellarla y
transportarla fácilmente.
Hoy se
venden unos 1.900 millones de Coca-Colas al día.
Se
volvieron tan icónicas que los intentos por cambiar su sabor en 1985
-endulzándola para promover las ventas—fueron desastrosos y generaron un fuerte
rechazo y enojo en los consumidores.
La
"Coca-Cola clásica" regresó a las tiendas tan sólo tres meses después
del lanzamiento de la "Nueva Coca-Cola".
Ya no lleva nuez
Hoy en
día, la receta de la Coca-Cola es un secreto muy bien guardado.
Pero se dice que ya no contiene extracto de nuez de cola y
que, en su lugar, cuenta con imitaciones artificiales para lograr el sabor.
Sin
embargo, abundan las recetas para hacer soda de cola que te permiten hacerte
una idea de cómo era la original.
Si se la
mezcla con aceite de neroli, esencia de naranja, caramelo y vainilla, entre
otras cosas, se puede enmascarar el sorprendente sabor de la nuez de cola (en
palabras de Jobson, "extremamente amarga").
Pero su
toque de cafeína estará, sin duda, presente.
Y puede
que te permita comprender qué fue lo que atrajo tanto a la gente en África
Occidental, Atlanta y en todo el mundo, sobre esta nuez tan peculiar.
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