FBI
Todas las personas mienten varias veces al día,
muchas veces incluso con buenas intenciones, para no lastimar a alguien o para
evitar enredos sociales. Las típicas "mentiras blancas". Sin embargo,
a veces no son tan inocentes, y faltar a la verdad puede provocar temibles y
dañosas consecuencias. Pero, ¿es posible detectarlas?
La agente ofreció su propia guía para reconocer
mentirosos y aseguró que "las señales siempre están a la vista. Lo único
que hay que hacer es saber cómo reconocerlas. No necesitas ser un interrogador
de primera línea para darte cuenta de lo que está pasando dentro de la cabeza
de una persona". Los trucos de Quy sirven para la vida en pareja, y se
aplican de igual manera al mundo de los negocios.
Punto de
partida
Lo primero que hay que hacer es establecer un punto
de referencia sobre la conducta de determinado individuo. Hay que aprender los
manierismos y los tics de cada persona para no confundir un gesto habitual en
ella con una señal de que está mintiendo. Ciertas muecas, cambios de posición,
cruces de brazos o tocarse el cuello pueden ser hábitos regulares en ciertas
personas y señales de mentira en otros. "Estas mismas acciones que en
algunos son inocuas pueden ser indicadores de mentira, enojo y nervios en
otros".
Detectar
desviaciones
Luego de establecer un punto de referencia, es más
fácil detectar cambios en el comportamiento, alteraciones del curso regular.
Por ejemplo, una actitud sospechosa puede ser que la persona mire detenidamente
al piso cuando en general suele mantener la mirada en los ojos del interlocutor.
Acumulaciones
de gestos
Otro tip que ofrece Quy es monitorear los gestos que
aparecen en conjunto. Para ejemplificar, utiliza una situación del ámbito de
los negocios: "Por ejemplo, tu proveedor empieza no sólo a aclararse la
garganta, sino que también se rasca la cabeza y no para de mover los pies. En
estos casos, hay que actuar con precaución y estar alerta".
Interacciones
Otro detalle que hay que observar es cómo el
individuo en cuestión interactúa con los demás en una determinada situación. ¿Ocurren
las mismas desviaciones que durante el diálogo con el interrogador? Si su
actitud cambia, es muy probable que el sospechoso esté faltando a la verdad.
Prestar
atención a los propios gestos
Observar las reacciones del individuo ante las
propias gesticulaciones también es importante, explicó la ex agente. "Las
neuronas espejo son como monitores incorporados en el cerebro que reflejan el
estado mental de las otras personas. Estamos programados para leer el lenguaje
corporal del otro", aseguró.
Focalizarse en
palabras específicas
Concentrarse en palabras determinadas es una
habilidad muy ventajosa, que la experta utilizó durante su tiempo en la
agencia. Explicó que la utilización de palabras de acción como
"decidir" ofrecen una clara perspectiva de cómo funciona el cerebro
de una persona.
El andar
No todo se trata del lenguaje. Observar cómo camina
alguien también es de suma relevancia. La especialista afirmó que "la
gente que se desplaza arrastrando los pies o que mantienen la cabeza gacha en
su andar carece de confianza en sí misma", por lo que hay que acercarse a
este tipo de persona de una manera más directa y al punto.
Su
personalidad
Por último, una particularidad muy importante para
detectar las mentiras es aprender a leer la personalidad de una persona a
través del tiempo, para entender cuáles son sus pasiones y motivaciones y cómo
se manejan en situaciones de presión y estrés. Conocer características
intrínsecas de la persona llevan a que uno pueda detectar cuándo están tramando
algo o faltan a la verdad.
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