Lavarse las manos con
agua y jabón protege de hasta 200 enfermedades
ABC 17/10/2016 Guardado en: Sociedad
Es un
gesto sencillo que protege nuestra salud, aunque a algunos se les olvida con
demasiada frecuencia. Hay siete situaciones en las que lavarse las manos debería ser de obligado cumplimiento: tras ir al cuarto de baño o cambiar pañales, antes de comer, tras tocar animales, recoger sus heces o limpiarles; al cocinar o manipular alimentos, tras tocar tierra, antes de tocar un recién nacido, un anciano o un enfermo, tras viajar en trasporte público.
demasiada frecuencia. Hay siete situaciones en las que lavarse las manos debería ser de obligado cumplimiento: tras ir al cuarto de baño o cambiar pañales, antes de comer, tras tocar animales, recoger sus heces o limpiarles; al cocinar o manipular alimentos, tras tocar tierra, antes de tocar un recién nacido, un anciano o un enfermo, tras viajar en trasporte público.
Para
aquellos que todavía encuentran excusas para no lavarse las manos después de ir
al baño o antes de tocar a un recién nacido, un dato: la higiene de manos con
agua y jabón ayuda a prevenir más de 200 enfermedades, desde
infecciones respiratorias como gripe común y gripe A,
neumonía, tosferina y bronquiolitis, hasta enfermedades de transmisión
feco-oral como cólera, diarrea y hepatitis A y E, así como gastroenteritis,
gastritis, neumococo, enfermedad mano-pie-boca, lombrices intestinales, entre
otras muchas.
La OMS,
adenás, considera este gesto, junto a otras prácticas de higiene y prevención,
como un hábito básico para luchar contra el aumento de la resistencia a
los antibióticos. Un lavado de manos más frecuente y mejor hecho implica
menos enfermedades que requieran antibióticos.
De
igual modo, diversos estudios inciden en que el absentismo escolar y
laboral por enfermedad podría disminuirse con una mayor frecuencia de
esta práctica.
Junto a
la vacunación en los casos aconsejados, la limpieza y ventilación, así como evitar
ir al trabajo o colegio cuando se está enfermo y no llevarse la mano a
la boca cuando se tose o se estornuda, muchos contagios podrían evitarse con
una mayor frecuencia del lavado de manos.
Para
que el lavado de manos sea eficaz hay que tomarse el tiempo adecuado, unos 40-60
segundos en total, sin minimizar u olvidar ninguna de sus 5 fases: mojado
de manos, enjabonado, frotado, aclarado y secado. Así, un correcto lavado de
manos implica siempre la utilización de agua a cualquier temperatura y de jabón
o de solución jabonosa (gel) y el frotado a conciencia de ambos lados de las
manos (exterior y palmas), de dedos, espacio entre los dedos y debajo de las
uñas durante al menos 20 segundos, procediendo luego al aclarado completo que
arrastre toda la suciedad. [Así debes lavarte las manos para evitar
infecciones como el enterovirus]
El
secado en el ámbito doméstico puede realizarse con toalla de telacambiándola
con frecuencia en función del uso y de las personas que la utilicen. Cuando hay
enfermos, las toallas deberían ser individuales, así como en el caso de niños
muy pequeños o ancianos. En el ámbito público, el secado de manos debe hacerse
por ventilación o toalla de papel. El gel hidroalcóholico u
otros sistemas, como las toallitas con solución jabonosa, son una
alternativa cuando no hay acceso a jabón, agua o lavabos.
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